sábado, 2 de julio de 2011

Deseo y Quiero...

Deseo ver el atardecer sentada en la arena a la orilla del mar,
Junto a la Dueña de mis ojos, la Reina del Mar y de mi sentir.

Quiero estar con Usted mi musa, tan cerca suyo q  se fusionen nuestros cuerpos
Y q las olas del mar golpeen contra nosotras, como dulces caricias,
Sintiendo así la fuerza del agua, del sol q desaparece en el horizonte
Y del aire con la brisa suave q eriza nuestra piel.

Cada segundo de mi vida lo quiero pasar con Usted,
Porque mi vida es la suya y su vida la mía.
Posiblemente porque me haya robado el alma y también la mente,
Solo deseo estar con Usted y vivir así nuestras vidas.

Quiero q sea feliz, q no este mas triste, q este orgullosa de mi,
Y para ello compartir nuestros deseos, fantasías más ocultas.
Quiero ver muchos atardeceres con Usted, al igual q ver el amanecer juntas,
Poder crear momentos mágicos e inolvidables para ambas.

Deseo verla sonreír porque eso me tranquiliza,
No quiero verla llorar excepto lágrimas de felicidad,
Lagrimas las cuales secare con mi boca bebiendo así de su esencia.

3 comentarios:

  1. El mar. Chasquido breve,
    muerte de adolescencia
    sobre la arena tibia.
    Playa.
    El mar. Ámbito exacto:
    allí acaba, aquí empieza,
    aquí estoy yo, allí ella.
    Ausencia.
    El mar. Embate plano
    contra las rocas tajadas.
    Escribe blanca espuma
    con el cantil su acróstico.
    Se lo descifra el viento.
    Secreto.
    El mar. Sal en los labios
    que beso, y esa gota
    que va rodando, ajena,
    por mejilla sin llanto.
    La sal y el agua
    en el amor y en el aire.
    El mar. Las rastrojeras
    ardidas.
    Un chopo solo y quieto.
    Esqueléticos galgos
    buscan agua en el cauce
    seco.
    AmaDelMar

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  2. El mar castiga el clamor de las botas en seco
    que pasan sin miedo de pisar ea los rostros,
    a aquellos que besándose sobre la arena lisa
    toman formas de conchas de dos en dos cerradas.

    El mar bate sólo como un espejo,
    como una ilusión de aire,
    ese cristal vertical donde la sequedad del desierto
    finge un agua o un rumor de espadas persiguiéndose.

    El mar, encerrado en un dado,
    desencadena su furia o gota prionera,
    corazón cuyos bordes inundarían al mundo
    y sólo pueden contraerse con su sonrisa o límite.

    El mar palpita como un vilano,
    como esa facilidad de volar a los cielos,
    aérea ligereza de lo que a nada sustenta,
    de lo que sólo es suspiro de un pecho juvenil.

    El mar o pluma enamorada,
    o pluma libertada,
    o descuido gracioso,
    el mar o pie fugaz
    que cancela el abismo huyendo con un cuerpo ligero.
    El mar o plamas frescas,
    las que con gusto se ceden en manos de las vírgenes,
    las que reposan en los pechos olvidadas del hondo,
    deliciosa superficie que un viento blando riza.
    AmaDelMar

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  3. La agradezco tanto q comparta sus poemas, porque son preciosos y siempre q los leo me deja sin palabras.

    Gracias por sus aportaciones, gracias por ser como es.

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